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Una de las secuelas de ciencia ficción más infravaloradas: sólo dura hora y media y la puedes ver en Disney+

Han habido secuelas desde tiempos inmemoriales, pero que en el cine se hayan vuelto la vía más directa al éxito es un fenómeno sólo relativamente reciente. En décadas como los sesenta o los setenta eran frecuente continuaciones con un presupuesto menor en lugar de mayor, ya que se quería algo llamativo pero partiendo de que no iba a conseguirse el mismo éxito del original.

Fue una percepción que se cambió gracias a El planeta de los simios, con secuelas de bastante éxito y algunas con prestigio. La rebelión de los simios es un gran ejemplo de hacer una potente secuela (¿precuela?) que expanda las posibilidades de la franquicia, creando un clásico de culto en tan sólo hora y media de metraje.

Tras una pandemia en Norteamérica provocada por una enfermedad transmitida por el espacio que acabó con todos los perros y gatos en 1983, el gobierno se ha convertido en una serie de estados policiales que tomaron chimpancés, gorilas y orangutanes como mascotas antes de establecer una cultura basada en el trabajo esclavo de los simios.

Estos acontecimientos fueron predichos por dos científicos chimpancés venidos del futuro lejano, Cornelius y Zira antes de ser asesinados. Se creía que habían muerto, pero el dueño del circo, Armando, crio en secreto a su bebé cuando era un joven jinete. En 1991, ya adulto y con el nombre de César, el simio es llevado a una de las ciudades para distribuir folletos, pero pronto el ambiente de represión contra su especie le llevará a liderar una revolución.

El director J. Lee Thompson tomó las riendas de esta cuarta película después de haber sido considerado originalmente para la primera cinta. Aquí trabajo a destajo para hacer una potente propuesta de ciencia ficción distócica, que criticase el autoritarismo y también la represión de las revueltas, como los conflictos raciales que tenían lugar en Estados Unidos durante los setenta.